domingo, 21 de diciembre de 2014

Piedras que ponemos en nuestro camino

Las grandes decisiones de la vida tienen mucho más que ver con los instintos y otros misteriosos factores inconscientes que con la voluntad consciente y el sentido de razonabilidad. (Carl Jung)

A veces por pudor, otras por un falso sentido del deber; a veces por sentimientos de culpa y otras por inseguridad ponemos en nuestro propio camino piedras que, en apariencia, no son grandes pero nos impiden caminar hacia el lugar donde queremos ir desviándonos, a cada paso, de nuestra finalidad verdadera.

Ninguna de ellas merece nuestra preocupación; ni siquiera merecen nuestra atención. Pero hemos de ser conscientes y saber cuáles son las que más pupa nos hacen en los pies con objeto de evitarlas o darles una buena patada y apartarlas, de una vez por todas, de ese camino que queremos recorrer. Solo deshaciéndonos de ellas de forma consciente y premeditada, con la decisión y la intención de no permitir que nos entorpezca el paseo, podemos eliminarlas de forma eficaz y para siempre (o casi, que ya es mucho).

Las de apariencia insignificante y carácter tímido y modesto, son tremendamente peligrosas; para mí, las peores. Y no son muchas, pero son definitivas. Por ejemplo:

MANTENERTE apegado exclusivamente a lo que ya sabes. Cuando dejas de aprender dejas de vivir una vida con significado. Está bien jugar con ideas nuevas sin aceptarlas al cien por cien; hacerlo nos ayuda a crecer. La riqueza de la vida no viene manteniéndose en todo momento en territorio conocido, hay que poner el pie también cuando es necesario en territorio comanche. Es cuando sacas tu pie de la zona de confort y lo pones en tierra ignota cuando nos hacemos más fuertes y capaces. Tenemos que mantenernos aferrados con firmeza a nuestros valores básicos mientras que, al mismo tiempo, abrimos nuestro corazón y nuestra mente a nuevas ideas, sentimientos y experiencias. Tu perspectiva personal se hará más fuerte cuando mires desde distintas perspectivas. Encuentra formas de desafiar de forma saludable tu actual punto de vista sobre la vida, y descubrirás y experimentarás en mucha mayor medida la magia que ya contiene.

PRESTAR tu atención a la historia de los otros en vez de a la tuya propia. No te contentes con escuchar la historia de los éxitos de otros hasta el punto de que olvides tu propia historia de éxitos. Desarrolla tu propio guión y dale vida. Eres y tienes todo lo necesario para convertirte en lo que eres capaz de llegar a ser. Cuando decides tomar el control de tu historia (no la de otros, no puedes hacer eso) ocurren cosas increíbles y se dan grandes cambios para tu beneficio. Consumirás menos y crearás más. Tomar el control significa dejar de permitir que otros se ocupen de decididr lo que piensas, hablas, haces y deberías ser  Significa aprender a respetar y aplicar tus propias ideas y utilizar tu instinto para escribir tu propia historia. Si deseas que la historia de tu vida alcance nuevas cotas de satisfacción en 2015 tendrás que limpiar un camino, el tuyo propio, reducir las cargas que te aplastan y te chupan la energía y quedarte únicamente con las cosas que te proporcionan alas. Mantén tus sueños más grandes y tus mejores deseos cerca de tu corazón y dedícales tiempo cada día.

TOLERAR los mismos descontentos diarios una y otra vez. No vivas con la desilusión, vive más allá de ella. No puedes evitar lo que ya ha ocurrido pero puedes decidir que lo que ha ocurrido te haga más fuerte y tu determinación sea más firme. El viaje a la madurez emocional y espiritual requiere que revises los acontecimientos  de tu vida para encontrar la sabiduría y el propósito que contienen. Llega un momento en tu vida en que, finalmente, "lo pillas": un dïa te hartas de miedos y viejas herias y gritas basta, hasa aquí he llegado. Ese momento de "hartura" es el punto de partida hacia tu felicidad y éxito en tus propósitos. Ahora que nos acercamos al Año Nuevo, ciérrale la puerta a tu pasado y abre la de tu furuto, respira hondo, da un paso adelante y empieza a escribir un nuevo capítulo en el libro de tu vida. Escena a escena, párrafo a párrafo; cuidando la sintaxis pero sin obsesionarte con la ortografía.

MANTENERTE aferrado a esas personas que continuamente te hacen daño. En ocasiones tienes que dejar atrás a ciertas personas no porque no te importen sino porque a ellas no les importas tú. Cuando alguien te hiere una y otra vez acepta el hecho de que les importas un pimiento (aunque sea un pimiento disfrazado de buena intención).  Es un trago muy amargo de beber pero necesario. No te esfuerces por impresionarles; deja de luchar por ello ahora mismo. No malgaste ni un segundo más de tu tiempo tratando de demostrarles nada. No hay nada que tenga que ser demostrado. No actúes pensando en ellos; no les dediques ni un solo minuto en tu futuro inmediato. Crea espacio para ti mismo y dedica tu tiempo y energía en redescubrir TU salud y tu felicidad. Y mantente firme en tus objetivos y tus sueños sin dejar que otro (sea quien sea) juzque o decida si son válidos o no.

Y recuerda --si te encuentras en aprietos con cualquiera de estos asuntos-- que no estás solo. Muchos de nosotros estamos, hemos estado y estaremos alguna otra vez donde tú estás ahora: trabajando duro para sentirnos mejor, pensar con más claridad y vivir una vida libre de dolores de cabeza y de corazón...

Feliz Nochebuena y Feliz Día de Navidad. Disfruta; por el momento, eso es suficiente. Ya pensaremos más allá dentro de unos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario