viernes, 16 de mayo de 2014

Felicidad conyugal (II): Apuntes de una madre moderna y muy práctica

Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer a la que no ame
Oscar Wilde

Cariño, ¡qué alegría la noticia de tu boda! Te escribo deprisa porque nos bajamos a la playa, esto de Bali es una maravilla. El azul del mar, espectacular, las vistas hermosísimas y la inversión que he hecho aquí es la mejor de mi vida. Por no entrar en detalles acerca de las pedazo de tiendas que tiene el hotel LuJin.

No me enrollaré mucho, solo unos apuntes rápidos que no pretenden desanimarte sino únicamente abrirte los ojos. Con ellos abiertos, tienes muchas más probabilidades de ser feliz, y sabes que esa es mi aspiración última para ti. Los hombres piensan que los creó Dios en un acto único de inteligencia superior y eso los hace bastante peculiares, así que te diré un par de cosas.

Dicen (ellos) que son simples en su línea de pensamiento; que nosotras lo complicamos todo. Yo no lo veo así, pero antes muerta que admitirlo ante tu padre. Pero ten en cuenta que los hombres piensan en:

  • Sexo (siempre)
  • Fútbol (muy a menudo)
  • Política (a veces)

Sus certezas absolutas:

  • Siempre llevan razón
  • Las instrucciones que dan para solucionar los (tus) problemas  son infalibles.
  • Son el sexo fuerte (signifique eso lo que signifique).
  • Su mejor amigo siempre mide 20 cm, aunque  en realidad eso no signifique nada, pues "20 cm" es la medida de longitud más cambiante del universo.
  • Tú eres una de sus costillas que mutó, por expresa voluntad divina, en semi-humano con el único fin de la mayor gloria de tu marido.
Y la realidad es que les apasiona el sexo y para "tener ganas" solo necesitan una cualidad: la de estar vivos.

Aman el fútbol porque es la vía que casi todos utilizan para expresar las dos emociones básicas que están dispuestos a reconocer ante sí mismos: el triunfo glorioso y la frustración perra, según gane o pierda su equipo.

De política entienden mucho más que ministros y presidentes: casi todos poseen la virtud de poder y saber llevar a su país al lugar que le corresponde por decreto divino: primera potencia mundial (y desde luego en ese casi todos no están los políticos en activo).

Ocurre pocas veces, pero cuando caen enfermos en cama se sienten morir y actúan en consecuencia, y no te digo nada si esa enfermedad requiere hospitalización; habrás de armarte de paciencia.

Si das con un depresivo crónico mayor de 30 años (¿qué edad tiene Pepe?), lo mejor que puedes hacer es divorciarte cuanto antes, pues a esa edad ya han decidido que el mundo está al revés y que, como no cambie el mundo, el asunto no tiene remedio. El tiempo y el dinero que te costaría sacarlo adelante (no lo conseguirás después de esa edad) empléalo en una ONG de mujeres maltratadas; es mucho más práctico ser corporativista que romántica, sobre todo cuando eres joven.

El "Contigo pan y cebolla" es mentira, y les trae muchos quebraderos de cabeza.

Si no quieres saber la verdad, no le preguntes nada acerca de tu vestuario.  Si estás gorda y le preguntas si lo estás, te dirá que sí; y si no lo estás y le preguntas que si lo estás, te dirá que "estás bien". A menos que vayas vestida como una puta para una cena a solas con él, cosa que le encantará, siempre te verá "bien" si no te empeñas en pedirle detalles.

Cuando tienen un hijo es cuando, de repente, más te necesitan y se convierten en el adolescente celoso y posesivo (otra vez) que todas las madres tememos parir algún día. Intentará por todos los medios que abandones a su suerte al bebé recién nacido. Eso sí, no se atreverá a ponerlo en la calle... todavía; bastará con que dejes a la criatura en la buhardilla hasta que acabe la carrera y pueda darle al fin alguna satisfacción a su sufrido padre. Entonces, y solo entonces, tu hijo pasará de ser "tu hijo" o "ese niño" a ser "mi hijo" y querrá llevarlo al fútbol. En ningún momento coinciden el tiempo y el espacio en que pueda considerarse la absurda idea de "nuestro hijo". A priori nunca se plantean la posibilidad de que sea niña.

Aunque ellos odien a su madre, tu suegra es intocable; si es una bruja critícala con tus amigas en todo detalle pero nunca delante de él. Cuando estés a solas con ella, aprovecha para poner los límites; cuando estéis todos juntos, sé educada y amable. De esa forma, nunca podrá convencer a su hijo de que la bruja eres tú. Por supuesto, él se creerá en el derecho de criticarme todo lo que quiera; deja que lo haga, lo tendrás de tu lado para siempre jamás.

Cuando se jubilan algunos adquieren de forma espontánea un gen de inteligencia ingenieril por el que tu vida da un giro radical a una situación desconocida: sabe más que tú acerca de formas eficaces de cargar el friegaplatos, cómo debería combinarse la verdura con la proteína y la lactosa en porcentajes exactos, cómo se pone apropiadamente la mesa para una cena informal de seis a ocho personas (un horror de diseño arquitectónico plano con mantel blanco liso) y qué sueldo exacto hay que pagarle a la asistenta (siempre el mínimo y si es posible menos).

Para algunas cosas son muy literales. De la infinita y deliciosa gama de colores sólo reconocen el blanco, el negro, el amarillo, el azul, el verde y el rojo. Y eso si no son daltónicos porque entonces desaparece parte de su escala cromática. Desde luego, olvídate de que nombren apropiadamente el maravilloso fucsia (para ellos, rojo), el elegante berenjena (para este no tienen palabras) o el travieso turquesa (azul o verde dependiendo del grado de su daltonismo). El verde caqui y el verde militar son siempre "marrón" una vez que consiguen asociar ese vocablo a la mezcla de dos o más colores primarios que resulten en algo oscuro e indefinido.

Puede que, si no tiene aficiones y fanatismos propios, tú te conviertas en lo más importante de su vida; entonces tendrás un armario antiguo atravesado en el pasillo en lugar de un marido. Tu padre, por fortuna, se entretiene solo mucho tiempo con el golf, el bricolaje y la caza, bendito sea; todo ese tiempo yo lo empleo sensatamente en viajar y comprar. Por suerte, a él le dan miedo los aviones y le sobra el dinero.

Todos sueñan con una rubia despampanante que siempre espera desnuda en la cama y les dice a todo que sí. No te ofendas, en realidad esa rubia amenazante es una aliada de las esposas e impide que la busquen en el mundo real (yo creo que les da miedo encontrarla en este plano y la mantienen en el de los sueños casi todos). A veces puede que tu marido te pida que te disfraces de ella. Hazlo.

Por lo que he oído y leído, hay ahora hombres sensibles que parecerán escucharte y te abrazarán sin pensar en el sexo peliculero que (al parecer) debería seguir de forma natural a cualquier abrazo, pero son la excepción, estoy segura. Ojalá tu Pepe sea de esos, cariño, no sabes cómo tienen que facilitar la vida esos seres excepcionales.

Y recuerda que no van en serio hasta que te hayan puesto un pedrusco en el dedo; eso fué, es y será siempre así. Una vez tengas el anillo en el dedo, puedes estar segura de que, por el motivo que sea, han decidido que renuncian (de momento al menos) al resto de las mujeres de este universo.

Ay, cómo pasa el tiempo, hija, parece que fué ayer cuando te compraba vestiditos que se parecieran a los míos y te hacía el tíovivo... En fin. 

Cariño, me voy ya, que me están esperando las chicas. A mi vuelta empezamos con todo el lío del vestido y del banquete. En cuanto a la iglesia, tienen que ser los Jerónimos, no admito discusión en ese asunto.

Muchos besos, hija. Te quiere, Mamá.

P.S. No estarás pensando en una boda sencilla, ¿verdad? Sea eso lo que sea suena horrible y no pienso permitirlo.




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